Los créditos del ENREDO

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NOTA DE la Redacción.- María José Zorrilla es hija del célebre historiador tamaulipeco Juan Fidel Zorrilla. Empresaria hotelera en Puerto Vallarta, Jalisco, ella es una mujer activa que se ha granjeado el reconocimiento de los vallartenses debido a su actitud solidaria. Amiga del arte, es promotora cultural y artística, además de ser una asidua colaboradora editorial de los periódicos Vallarta Opina y Nayarit Opina, en cuyas páginas ha difundido esta colaboración que refleja con claridad la situación de dificultad en que se debate una gran cantidad de empresas del ramo turístico a nivel nacional, razón por la que lo publicamos de manera estelar en este espacio para beneplácito de nuestros amables lectores.

Por MARÍA JOSÉ ZORRILLA EL PASADO 24 de julio el Secretario de Turismo Miguel Torruco anunciaba frente al director de Nafinsa y otros altos directivos del ejecutivo nacional y de la banca privada, un programa de préstamos para empresas turísticas como hoteles y agencias de viajes (no incluye restaurantes) con créditos desde 200 mil pesos hasta 30 millones. Ese programa, llamado “Impulso más hoteles” ofrecía un atractivo plan de hasta 60 meses para pagar con un interés promedio de 13.5% anual, con prórroga de hasta 6 meses de gracia para iniciar los pagos y que estaría a disposición de las empresas a partir del día siguiente del anuncio, es decir el 25 de julio.

Enlistaban algunos de los principales bancos del país como intermediarios para poner en marcha este alentador programa que, para las micros, pequeñas y medianas empresas podría ser algún tipo de alivio. Inmediatamente después de este anuncio me comuniqué con encargados de oficinas públicas del sector turístico y económico de la ciudad (Puerto Vallarta) como con ejecutivos de un par de bancos locales y nadie tenía conocimiento del programa. Pasaron varios días. Finalmente, una funcionaria estatal me proporcionó el teléfono de un directivo de Nafinsa que me estuvo atendiendo con amabilidad e insistía que los ejecutivos de los bancos a los que yo me estaba dirigiendo no estaban bien informados. Así pasaron varias semanas. Una ejecutiva de mi banca me decía que no les habían soltado los recursos, el ejecutivo de Nafinsa insistía en que mi ejecutiva no estaba informada.

EMPANTANAMIENTO La situación quedó empantanada por varios días hasta que me dijeron tendría que comunicarme con un ejecutivo de otro banco en el que ni cuenta tengo. Él atendería mi petición. El ejecutivo del otro banco me llamó, fue amable y comentó que atendía algunos de los principales empresarios de Vallarta. Le comenté que este programa estaba dirigido a MIPYMES, pero él siguió insistiendo que cuál era el nombre de mi sociedad anónima. Amablemente le dije ‘señor, creo estamos hablando en conversaciones paralelas, ¿cuántas micro empresas en México cree que estén constituidas como Sociedades Anónimas?’, finalmente dijo: ‘ah, en breve la llamará otro ejecutivo’. Verdaderamente irrisorio que se comunicaran conmigo de un banco en el que jamás he tenido cuenta para preguntarme, ‘¿disculpe usted, cuánto dinero necesita?’ Había allí una especie ​ de juego amañado porque este programa pareciera estar diseñado como tal vez muchos otros, para ser un espejismo en el que queden atrapadas miles y miles de empresas turísticas que jamás ni oyeron, ni supieron ni pudieron solicitar un solo peso de apoyo a más de 150 días de haber iniciado la cuarentena y emergencia sanitaria por el Covid-19.

A CUENTA GOTAS Tal vez, la idea será soltar algunos créditos a cuenta gotas ya muy tarde cuando queden pocas empresas para que así alcance el fondo turístico. Hacer el juego de las estadísticas como las camas vacías de los hospitales. O acaso qué otra cosa estará esperando el gobierno federal, ¿a ver quiénes resisten, cuáles fueron las más astutas, las más fuertes, las más valientes, la selección natural del mercado para sobrevivir o terminar de hundir lo que queda de la empresa en el país al término de esta pandemia que por lo pronto lleva más de 63 mil muertos registrados y miles y miles de empresas cerradas para siempre? Estamos ante una situación que originalmente no es culpa del gobierno federal, eso no se le puede imputar. Una situación que se puede prolongar indefinidamente pero que por los resultados hasta ahora obtenidos se puede deducir que el gobierno federal no ha podido, no ha sabido y/o no ha querido asumir la crisis con más responsabilidad para que el golpe sea menos severo.

Estamos ante una situación que puede resultar como el Tonel de las Danaides de la mítica Grecia antigua, un barril sin fondo por las pérdidas innumerables de vidas, de empresas, de empleo y de salud. POR EXCESO DE STRESS La ejecutiva de mi banco comentó que tal vez para septiembre saldrían los créditos. Lo último que supe antes de tener que ausentarme de mi negocio y mis amistades por exceso de stress, es que NAFINSA no había soltado los recursos a los bancos por problemas internos.

Ante este difícil escenario en el que de pronto nos hemos visto involucrados casi todos en el país, es muy lamentable reconocer que nos ha tocado vivir la peor crisis bajo las condiciones más desfavorables para el sector privado y en especial para el sector turístico de las últimas décadas. Oscar Castro del Financiero publicaba en una nota hace algunas semanas que México, la segunda economía de América Latina había dado un supuesto apoyo a las empresas de un 3.8% -y habría que ver si esos apoyos han sido tan viables y fáciles de obtener como los de Impulso más hoteles-.

En contraste, Chile ha destinado 11.4 por ciento, Colombia 8 por ciento, Perú 7.6 por ciento, Uruguay 5.3 por ciento y Costa Rica 4.3 por ciento, según datos de la CEPAL. En apoyo a trabajadores independientes o freelance, México sólo ha destinado .4 por ciento del PIB, la mitad promedio en América Latina y por debajo de Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Costa Rica. México, que ostentara un honroso noveno lugar en captación de turismo a nivel mundial hace apenas un año, ahora ocupa el deshonroso treceavo lugar en apoyos a los generadores de empleos de toda América Latina, estando sólo por encima de Venezuela, Bolivia, El Salvador, Nicaragua, Granada, Haití y Jamaica. Es decir, que países como Panamá, Guatemala, Ecuador y hasta República Dominicana han dado más apoyo a su sector productivo que el propio México.

EL RIESGO INMINENTE Con una panorámica difícil de sortear, algunos especialistas como José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico consideraba ya en el lejano mes de mayo, que podrían perderse más de 250 mil empresas en el país. Cifra que suena ya catastrófica y tal vez esté muy por debajo de la realidad. De esas, un alto porcentaje seguramente estarán dentro del sector turístico para nuestra desgracia. PIE DE FOTO… MIGUEL TORRUCO. El Secretario de Turismo dijo que apoyaría, pero no mencionó para cuándo.

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