Es palpable el creciente deterioro de la relación entre el Gobierno federal y los medios informativos de nuestro país.
Vemos con preocupación que el antagonismo va en aumento. Por un lado, no cesan las críticas contra periódicos y periodistas desde las conferencias mañaneras, y por otro, el tono de la respuesta por parte de los comunicadores es cada día más fuerte y más generalizada. Periodistas que hasta hace poco exigían a los opositores dar tiempo a las políticas del cambio para poder evaluarlas desde una óptica más objetiva y constructiva, son ahora duros críticos del régimen.
Este rompimiento, expresado en el desplegado que firmaron más de 650 periodistas, escritores, artistas, activistas y los llamados intelectuales, no se debe echar en saco roto; por el contrario, se trata de una expresión de inconformidad de un amplio sector que debe ser escuchada y analizada cuidadosamente por Ejecutivo federal y sus asesores en materia de gobierno y comunicación.
Otro foco rojo es la ya prolongada huelga que tiene paralizada a la agencia mexicana de noticias, Notimex. Es urgente solucionar este conflicto que, precisamente por tratarse de la entidad generadora de información oficial del Estado, empaña la imagen de México en el mundo.
En la Asociación Mexicana de Editores (AME) hacemos nuevamente un respetuoso llamado para terminar con este problema que en nada beneficia a México. Por una parte, el respeto a la Libertad de Prensa debe darse no sólo en las leyes sino hasta en el lenguaje corporal de las autoridades, y por otra, el ejercicio del periodismo exige una actitud responsable, crítica y propositiva. No se excluyen una de la otra, por el contrario, se complementan.
Hagámoslo por México.
Gonzalo Leaño Reyes