Tepic, Nayarit; 04 de abril de 2022.- Trabajadoras y trabajadores de la Representación Estatal del ISSSTE en Nayarit, recibieron una conferencia donde se abordaron los principales puntos sobre el Trastorno del Espectro Autista (TEA), impartida por la maestra en Psicología Clínica Iris Aimeé Santana Moreno, y la doctora María del Carmen Gómez Cárdenas, integrantes de la Asociación Mexicana Asperger y Autismo, A. C. (AMAR), como parte del programa Incluissste, que tiene como objetivo promover la inclusión.
El pasado 2 de abril, se conmemoró el Día Mundial del Autismo, condición en la que se encuentran aproximadamente 94 mil 800 niños, detectados desde el nacimiento hasta los 4 años de edad; la prevalencia del TEA suele presentarse entonces en 1 de cada 115 niños y niñas mexicanos.
Es por este motivo y para hacer hincapié en que todavía falta mucho por aprender sobre el autismo y todo su espectro, además de cómo incidir de manera positiva en la vida de los menores y personas en esta condición, que se desarrolló esta jornada en las instalaciones de la Representación Nayarit, a donde acudieron un buen número de trabajadoras y trabajadores para conocer un poco más sobre el tema.
A pesar de que existen varios “focos rojos” que pudieran ser señales de la presencia de autismo en un menor, como no lograr responder a las sonrisas o expresiones a los 6 meses de edad, no compartir sonidos a los 9 meses, no balbucear ni reaccionar si le llaman por su nombre al año de edad, además no mostrar o señalar juguetes, no todas las personas con TEA presentan las mismas conductas, por ello la importancia de canalizar a un paciente con esta posibilidad con un especialista y se determine de forma profesional su diagnóstico.
Durante la conferencia, las ponentes mostraron algunos ejemplos más claros y precisos sobre el TEA, entre los que destaca la presentación de un video sobre cómo, quienes se encuentran en esta condición, escuchan y perciben los sonidos de forma completamente diferente a alguien que no, e invitaron a los asistentes a ser un poco más empáticos ante las necesidades de las personas con autismo, eliminando todo tabú que pudiera provocar un daño emocional posterior.