DIMENSIÓN POLÍTICA 900

Destacadas Jalisco

Por EZEQUIEL PARRA ALTAMIRANO

  • Nos llegó al agua al cuello por la falta de medicinas
  • ISSSTE Nayarit sigue con problemas de desabasto
  • Lo pudimos comprobar en carne propia el último mes
  • Los tres medicamentos a consumir cuestan mil al mes
  • 6 mil 510 fallecidos en el país, 420 más que el día 21
  • En Nayarit nos acercamos dramáticamente a los 40

SEGURAMENTE el lector ha sentido algún grado de impotencia cuando por alguna razón, lo que le corresponde por ley se le niega una y otra vez.

Lo decimos porque nosotros, derechohabientes del ISSSTE en Tepic gracias a los beneficios que le vienen a mi esposa Martita por casi 40 años de servicio como maestra de instrucción primaria, ya van dos ocasiones en que llegamos hasta las ventanillas donde despachan los medicamentos autorizados por el médico familiar y saliéndose por peteneras, nos dicen que “las medicinas no han llegado todavía”.

-Pero si el mes anterior se nos dijo lo mismo –le hacemos ver al dependiente, a quien recordamos que 30 días atrás nos había alentado a que regresáramos en una semana, pues para entonces quizá ya habrían llegado y entonces nos las podrían surtir, pero si bien es cierto que acudimos una y otra vez y llamamos por teléfono otras tantas, siempre se nos dijo que no, que seguían en espera.

-Pues no, señor -insistió el empleado-, aún no han llegado y tal vez tarden pues hay compañeros nuestros que afirman que las cosas van para largo.

TRES MEDICAMENTOS

En nuestro caso, que somos fármaco dependientes debido a nuestro viejo padecimiento de hipertensión arterial, tenemos prescrito ingerir una pastilla de nifedipino cada 24 horas, así como dos pastillas más de metroprorol -una en la mañana y otra en la noche-, y una tercera llamada sertralina que se nos prescribió desde cuando en el año de 2004 superamos, tras 90 días en cama y tres cirugías de cráneo en el Hospital de Especialidades del ISSSTE en Zapopan, un aneurisma craneal que por poco nos lleva a la tumba, aunque gracias a las atenciones de los médicos y enfermeras, de mi esposa Martha y mi hija Marisol y a las oraciones de familiares y amigos, pero fundamentalmente a la disposición de nuestro Creador, aún seguimos aquí, dando guerra.

Por lo tanto nos hemos resignado a comprar dichos medicamentos de nuestro propio peculio salvo el metroprorol, que fue el único que nos fue surtido.

Luego entonces, hacemos votos porque la estrategia tantas veces anunciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador en cuanto a la superación del problema de desabasto de medicamentos en el sector Salud del país, llegue a su fin y todo vuelva a la normalidad, pues obligadamente nos hacemos la siguiente reflexión: afortunadamente nosotros podemos sufragar los gastos cuando la ocasión lo amerite pues el costo de los medicamentos anda por los mil pesos mensuales, pero hay familias que desafortunadamente carecen de otros ingresos que no sean los que derivan de su trabajo con el Gobierno federal, por lo que seguramente se las ven negras cuando en la ventanillas del ISSSTE que surten de los medicamentos a los pacientes, simplemente les dicen:

-No hay, lo sentimos mucho.

SIGUE LA MORTANDAD

Por lo que hace a la pandemia por el coronavirus, los casos conocidos relacionados al Covid-19 como también lo conocemos, seguían sin moderarse ayer jueves, según datos dados a conocer por las autoridades sanitarias del país, que cifraron en 59 mil 567 los contagios para marcar un aumento récord para un día de 2 mil 973.

Además, el brote, que llevaría a una recesión económica mundial sin precedentes, dejaba ya 6 mil 510 fallecidos en el país, 420 más que en la víspera.

El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, reconoció a principios de mayo en una entrevista con Reuters, que “es muy probable” que en México se esté subestimando la cantidad real de muertos como consecuencia del coronavirus.

El país ha recibido críticas por ser el miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que realiza menos pruebas per cápita para detectar la enfermedad.

López-Gatell adelantó que el virus, que ha dejado poco más de cinco millones de infectados en todo el mundo, azotaría al país en una segunda oleada, a partir de octubre.

Ello en tanto en Nayarit nos acercamos a la cantidad de 40 fallecidos, pues de acuerdo a las autoridades de Salud somos una de las entidades del país consideradas como de las de mayor riesgo.

FAMILIA CON SUERTE

Ahora despidámonos con una sonrisa, pues resulta que una familia de Virginia, en los Estados Unidos, se quedó boquiabierta cuando comprobó que dentro de la bolsa que acababa de atropellar con su auto había una cantidad enorme de dinero en efectivo.

El sábado último, Emily Schantz, su esposo y sus dos hijos habían salido de su casa en el condado de Caroline, después de que en la mayor parte del estado se autorizara la reapertura de las actividades tras dos meses de cierres comerciales y confinamiento familiar por culpa de la pandemia de coronavirus.

Schantz, quien es maestra, le narró a la cadena WTVR que era ella quien conducía la camioneta de la familia cuando casi le pasa por encima a un objeto que los sorprendió en medio de la calle.

Según su testimonio, la mujer sintió un “ruido sordo” y decidió detener el vehículo, pensando que se trataba de una bolsa de basura dejada ahí por algún irresponsable.

Al bajarse, ella y su familia recogieron esta bolsa, así como otra que se hallaba a unos 15 pies de distancia, y las dejaron caer en la parte trasera de la camioneta. La idea era echarlas a la basura una vez llegaran a su casa.

Pero precisamente cuando estuvieron de regreso, a alguien se le ocurrió revisar el contenido de estas bolsas y ahí se dieron una gran sorpresa.

“Dentro de cada bolsa, había otras bolsas de plástico que decían ‘caja fuerte’”, declaró la mujer.

Acto seguido, la familia se comunicó con la Oficina del Sheriff del Condado de Caroline, quien envió a unos agentes para que iniciaran a una investigación.

DINERO POSTAL

De acuerdo con el mayor Scott Moser, portavoz de la oficina del sheriff, los agentes determinaron que las bolsas contenían efectivo por un valor de casi un millón de dólares, según Associated Press.

El propio Moser asegura que ya han determinado a dónde iba ese dinero, pero todavía no se explican cómo este terminó en el medio de una carretera.

La respuesta a la pregunta: ¿de dónde salió ese dinero?

Al parecer el dinero pertenecía al servicio postal y era transportado a un banco en el momento del incidente.

Moser elogió además a la familia y estimó que esperaba que fueran recompensados ​​por sus acciones.

“Le ahorraron mucho dinero a alguien y dieron un maravilloso ejemplo para todos los demás”, comentó.

“Es excepcional que alguien devuelva este casi millón de dólares”, dijo, enfatizando en la honestidad de la familia.

Pero Schantz insiste en que su familia tuvo que “hacer lo correcto y devolverlo”. “Ese dinero no nos pertenecía”, remarcó.

Tras varias semanas bajo un régimen de actividades limitado, buena parte de los residentes en Virginia han disfrutado de la primera fase de reapertura desde el 15 de mayo, con restaurantes y bares autorizados para comer al aire libre con capacidad limitada y salones de belleza en los que los clientes son atendidos solo con cita previa.

Esto fue lo que llevó a la familia Schantz a salir a la calle. De lo contrario, esta historia habría sido muy diferente. Quién sabe.

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