Hablemos sobre la imaginación

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Por Natalie González Acedo

Hace días nuestra dirección hizo una dinámica de integración donde la actividad consistía en encontrar todas las formas y usos de un vaso rojo. Sí. Un vaso rojo de plástico. Lo primero que pensé fue: un vaso es para poner líquidos y después beberlos. Así es. Estaba bloqueada. Mi cerebro solo podía pensar en este significado. Teníamos tres minutos para pensarlo, y poco a poco me fui dando cuenta que, también podía ser usado como florero, molde, nariz de payaso, teléfono, cuerno de unicornio, etc. Durante nuestra vida nos hemos llenado de significados preestablecidos, pero con un poquito de imaginación, lo establecido se puede convertir en innovación.

Con la llegada del COVID-19, nuestra forma de trabajar cambio de la noche a la mañana. Las herramientas que eran comunes y utilizábamos todos los días para hacer nuestro trabajo dejaron de necesitarse, nos las quitaron, y por un momento entramos en pánico, una especie de caos. Lentamente comenzamos a obtener nuevos significados y encontramos una nueva forma de hacer nuestras tareas. Albert Einstein decía: “El verdadero signo de la inteligencia no es el conocimiento, sino la imaginación”.

Para que la imaginación explorara libremente y diera paso a la creación e innovación, grandes científicos, pensadores y creadores siempre han dejado tiempo y espacio de auto confinamiento. Es por esto que vemos dibujos de Leonardo da Vinci de una máquina voladora, demasiado futurista para la época, Julio Verne visitaba el centro de la tierra en un tiempo donde la ingeniería y la ciencia ni siquiera estaban listas.

La imaginación “es un proceso creativo superior que permite al individuo manipular información generada intrínsecamente con el fin de crear una representación percibida por los sentidos.” ¿Será que Einstein tiene razón? Claro, el conocimiento sin imaginación muchas veces resulta obsoleto. Indudablemente para los que estábamos acostumbrados a estar en una oficina ha sido un reto, pero los retos son buenos. La clave es la actitud, uso de la imaginación con las que nos enfrentamos a las crisis y darles un nuevo sentido a las cosas.

 Ya sea por necesidad o por sentido de oportunidad, la imaginación nos permite ver más allá, seguir desarrollándonos y así poder generar cambios provechosos tanto personales, como laborales. Debemos aprender a aceptar el contexto actual, como dicen los jóvenes “fluir”, no lo podemos controlar, lo que si podemos controlar es nuestro esfuerzo, cambiar la forma en la que observamos, afrontar la realidad explorando la imaginación y no conformarnos con lo establecido y entonces…. ¿Tú qué harías con un vaso rojo?

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