- La paciente estuvo dos meses y medio en el hospital, primero en Urgencias y posteriormente la enviaron a piso.
Contra todo pronóstico, la doctora Araceli Mora Blancas, pediatra del Hospital General de Zona (HGZ) No. 20 “La Margarita”, del Instituto Mexicano del Seguro Social en Puebla, logró recuperarse tras superar el SARS-CoV-2.
Ahora, los médicos del hospital la consideran como uno de los casos de pacientes en estado más grave, por los dos meses y medio que permaneció en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
“Dejé de respirar normal por tres días, y cuando llegué al hospital anexo me tomaron mis datos, pasé a la tomografía, el cuerpo médico se percató de que mis pulmones estaban muy dañados. De inmediato me trasladaron al área de terapia intensiva, intentaron una primera etapa que consta de un nebulizador de alto flujo, pero no respondí”, comentó Mora Blancas.
Esa misma noche la intubaron y así pasaron dos meses y medio. “Se siente uno morir, porque no entra aire a los pulmones, sientes que te asfixias, me despedí de mi familia y les dejé una carta por si algo pasaba e indicaciones por si ya no regresaba”, relató la paciente recuperada.
Cuando al fin le retiraron la sedación y la extubaron, mediante una traqueotomía, fue cuando despertó y la trasladaron al área No COVID, donde comenzó su recuperación.
“Muchas gracias a todos mis compañeros”, manifestó la doctora y paciente, entre aplausos del personal multidisciplinario que presenció su salida. Los más emocionados tomaron foto y video del recuerdo.
El cuerpo médico estaba incrédulo y visiblemente emocionado. La especialista en pediatría trató de contener el llanto para agradecer a todo el equipo que se encuentra en la primera línea de atención a pacientes con este virus.
“Están todos los compañeros al pendiente, hombro a hombro en esta emergencia sanitaria, la verdad es que arriesgan su vida por ayudar a los demás”, manifestó la doctora Mora Blancas.
Asimismo, la pediatra del HGZ No. 20 expresó que es necesario que la gente continúe con los cuidados y medidas de higiene, pues el COVID-19 es real, no es un juego, las secuelas son muchas y cobra vidas.
“Me encuentro en rehabilitación, voy obteniendo avances en mi movilidad, además de recuperación en una úlcera decúbito como parte de las secuelas del SARS-CoV-2, para mí ésta es una segunda oportunidad que me da la vida”, aseveró Mora Blancas.
La Dra. Rosa Elena Zamudio Jaramillo, Médica Intensivista del H.G.Z No.20 “La Margarita” relató que la Dra. “Ara” fue una paciente especial, por los padecimientos crónicos con los que ingresó y la inmunosupresión presentada, definitivamente el pronóstico era reservado, pero con la ayuda de todo el equipo médico y de enfermería es que logro salir adelante, prácticamente se trató de un milagro médico.
La trabajadora del Seguro Social en Puebla finalizó su testimonio con un comentario: “si yo no hubiera tenido el IMSS, ya no estaría viva”.